Cómo las inyecciones de ácido hialurónico pueden acelerar la recuperación de la artroscopia y reducir el dolor
La artroscopia es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo para diagnosticar o tratar problemas en una articulación. Durante el procedimiento, se inserta un artroscopio (una cámara endoscópica estrecha) en la articulación a través de una pequeña incisión, lo que le permite al médico visualizar el interior de la articulación. Se realiza una pequeña incisión adicional para que los instrumentos quirúrgicos accedan a la articulación. La artroscopia se puede llevar a cabo en cualquier articulación, pero se utiliza principalmente para rodillas, hombros, codos, muñecas, tobillos, pies y cadera. Los procedimientos artroscópicos comunes incluyen la reconstrucción del ligamento cruzado anterior, la reparación de desgarros de menisco y desgarros del manguito rotatorio, y el desbridamiento (es decir, la eliminación de residuos) de la articulación.
Para proporcionar una mejor visión de la articulación durante la artroscopia, la articulación se llena con una solución de irrigación salina estéril. Esta solución desplaza el líquido sinovial, y su componente principal, el ácido hialurónico, que normalmente llena la articulación. Un componente crucial del líquido sinovial y el cartílago es el ácido hialurónico que lubrica la articulación y actúa como amortiguador. Sin el líquido sinovial que llena la articulación, se diluye el recubrimiento protector de hialuronato en el cartílago y la membrana sinovial. Además, hay una pérdida del efecto enmascarador que el ácido hialurónico generalmente tiene sobre los receptores del dolor.1 Después de la operación, los pacientes comúnmente experimentan dolor, hinchazón y movilidad articular deteriorada debido a la falta de líquido sinovial.2 La inyección de ácido hialurónico en la articulación puede mejorar la recuperación posoperatoria y reducir la probabilidad y la gravedad de estas complicaciones posoperatorias. Se ha demostrado que la inyección de ácido hialurónico después de la artroscopia: Acelera el regreso al trabajo o al deporte después de la cirugía.3,10
Debido a las pequeñas incisiones requeridas para la artroscopia, el tiempo de recuperación es significativamente más corto que el de la cirugía abierta. Dependiendo de la articulación, si se realizó alguna reparación articular, y el estado de salud del paciente, la recuperación puede variar de 1 semana a varios meses. Los pacientes que se someten a artroscopia de rodilla generalmente pueden esperar volver a sus actividades normales después de 4 a 6 semanas, y para la artroscopia del manguito rotatorio esto puede tardar de 6 a 8 semanas. El regreso a las actividades deportivas puede tardar de 3 a 6 meses.
El dolor en la articulación después de una artroscopia es normal, y a los pacientes se les recetan analgésicos para controlarlo. También se recomienda a los pacientes que apliquen hielo para reducir la hinchazón y el dolor el primer día después de la cirugía. Los medicamentos orales antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, a menudo se recetan para el control del dolor después de la artroscopia. La mayoría de los pacientes no tienen problemas para tomar los AINE orales durante un corto periodo de tiempo, pero algunas personas pueden sufrir efectos secundarios si ya tienen afecciones cardiovasculares o intestinales. Debido al riesgo de efectos secundarios, los AINE orales no se recomiendan para el uso a largo plazo.11 Los opioides (a veces llamados narcóticos) se pueden recetar para controlar el dolor más intenso, pero para la mayoría de los pacientes este nivel de alivio del dolor no es necesario.12 Los efectos secundarios de los opioides incluyen somnolencia, estreñimiento y náuseas, y conllevan un riesgo de adicción, por lo que no se recomiendan como primera opción.13 Las inyecciones de corticosteroides y anestésicos en la articulación se han utilizado previamente para el control del dolor después de la artroscopia, pero ya no se recomiendan debido al efecto perjudicial que pueden tener en el cartílago.14–17 La inyección de ácido hialurónico en la cavidad articular al final del procedimiento de artroscopia es un enfoque eficaz para reducir el dolor posoperatorio y el uso de analgésicos después de la artroscopia.4,7,8
El ácido hialurónico es una molécula producida naturalmente por el cuerpo humano y está presente en la piel, las articulaciones y los tendones. La inyección de ácido hialurónico después de la artroscopia es bien tolerada y segura, y no se han reportado eventos adversos. El ácido hialurónico se puede utilizar de forma segura en pacientes con comorbilidades.
¿Qué es la artroscopia?
¿Cómo puede la inyección de ácido hialurónico mejorar la recuperación posoperatoria?
¿Cuál es el tiempo promedio de recuperación de la cirugía artroscópica?
¿Cómo se controla el dolor después de la artroscopia?
¿Hay algún efecto secundario de las inyecciones de ácido hialurónico?